Conocido como el detector de mentiras, el polígrafo es un instrumento de medición utilizado para el registro de reacciones psicofisiológicas que el sistema nervioso autónomo de  individuo genera al mentir. Registra las variaciones de presión arterial, ritmo cardiaco, frecuencia respiratoria y la  conductancia electrodérmica de la piel.

Fue inventado en 1938 por Leonard Keeler, de la Policía de Berkeley, California. Según varios estudios científicos, como el estudio metanalítico,  el polígrafo es un instrumento medico-científico de gran sensibilidad y precisión, cuyos resultados alcanzan hasta un 95% de efectividad.

A nivel científico, al examinador se lo define como psicofisiólógo forense o  evaluador forense de la credibilidad. En este caso, se sustenta en la hipótesis de que las respuestas fisiológicas de una persona  cambian de forma medible cuando miente o inventa algo que no es real. Los componentes de un polígrafo son:

• Neumógrafo: evalúa la frecuencia respiratoria, su calidad y supresión.

• Galvanómetro: evalúa la conducción eléctrodermica.

• Cardiógrafo: evalúa la frecuencia cardiaca, pulsaciones y presión arterial.

• Pletismógrafo: evalúa los cambios en la velocidad del pulso y volumen sanguíneo.